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Cómo tirar una caña perfecta: nuestra técnica para una cerveza bien servida

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 Tirar una caña es un arte que se aprende con tiempo y cuidado. Aquí compartimos nuestro método, consejos y pequeños secretos para que disfrutes de una cerveza perfecta, como la que hemos servido cada día a lo largo de los años en nuestra barra. En los primeros años de la década de los noventa iniciamos nuestra andadura en éste querido oficio. Desde entonces utilizamos la misma técnica para servir la cerveza de barril aprendida de nuestro gran maestro, amigo y mentor Ángel Peinado , propietario de la emblemática cervecería madrileña El Cangrejero . A continuación les muestro el procedimiento que llevo a cabo siempre que "tiro" una caña. Preparación del vaso Refrescamos la copa para eliminar cualquier resto de detergente que pudiera haberse adherido y permitir un buen deslizamiento de la cerveza. Cómo servir la cerveza correctamente  Descartando el primer golpe de cerveza y colocando la copa a 45 grados de inclinación, dejamos que el preciado líquido se deslice por la pared de...

El cuarto asiento

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El cuarto asiento Historias de bar  Cada mañana comienza igual: un paseo corto, un mandado que no apremia, una excusa cualquiera para dejarse caer por el barrio. Ninguno de ellos tiene prisa. Ni obligaciones que no puedan esperar. Ya llevan unos años disfrutando de una —sin duda merecida— jubilación. Mantienen un aspecto lozano y saludable, a pesar de que las visitas a los centros de salud sean ahora más frecuentes. A la una y cuarto, como si lo marcase una campana invisible, los cuatro se encuentran en la barra.  No hacen falta mensajes ni llamadas. Saben que estarán ahí. Lo decidieron hace tiempo, sin necesidad de hablarlo: ese es su momento .  Tienen su lugar “reservado” en la barra y se dirigen instintivamente a sus asientos de siempre.  Piden vino. No del barato peleón, tampoco del más caro. Del que se deja beber sin reproches. Blanco, tinto, rosado... qué más da. Lo importante es que las copas nunca se queden vacías. El vino es el pretexto, el hilo invi...

Vivir sin partitura

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  Vivir sin partitura Historias de bar  En un bar, los ratos libres son escasos. Pero cuando irrumpen —breves islas de sosiego y silencio— el tabernero, con las manos reblandecidas por el constante roce con la vajilla mojada, baja la pesada persiana de la mente y comienza a acariciar las cuerdas.  Tiene tres guitarras, dos bandurrias y algún laúd colgados en la pared del fondo del comedor privado. No todos saben que están; los tiene solo para su deleite personal, a diario los revisa, se asegura de que están afinados, y en algún momento de cada jornada sus dedos se pasean por sus desgastados trastes.  Hace años, demasiados, su vida giraba en torno a esas cuerdas. Estaba en Madrid, rodeado de una pandilla de bohemios románticos que cantaban con el alma, a veces por unas monedas, otras por una risa. Aprendió a mirar de frente, a escuchar a los otros, a tocar de oído y a cantar sin miedo al ridículo. Aprendió a vivir sin partitura.  Fueron años intensos, d...

Cañas, biberones y esperanzas

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  Cañas, biberones y esperanzas Historias de bar  Al principio eran solo un par. Una pareja joven, trabajadores los dos, con mochilas de portátil, bocadillo, ropa usada y caras de jornada larga. Entraban al bar, se pedían una caña y algo para picar, y se contaban el día con una mezcla de cansancio y entusiasmo. Había en ellos una prisa por vivir. Una ilusión contenida.  Luego vinieron más. Otra pareja. Y otra. Se fueron sumando hasta llenar la mesa grande del ventanal, que a esas horas se convertía en su rincón habitual. Entre cañas y tapas se hablaba de alquileres, de jefes pesados, de series de moda y de escapadas de fin de semana. Reían mucho. Hacían planes. El bar se llenaba de una luz especial con esa energía suya que parecía decir: "estamos empezando algo" .  Yo les servía casi sin preguntar. Ya sabía lo que pedían. Ellos me saludaban por mi nombre, y a veces dejaban propina sin darse cuenta. Me caían bien. Eran de esos que dan vida al local sin armar ...

La hora de Don José

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La hora de Don José Historias de bar  El bar se halla en una calle discreta y poco transitada de Zaragoza. No se distingue de cualquier otro y, como en cualquier otro, una rutina se repite a diario, un metrónomo humano que marca el paso de las horas: Don José .  A las siete y media de la tarde, ni un minuto antes, ni uno después, la puerta del bar se abre, y ahí aparece él, con su gorra de visera que se quita para colgarla — siempre — en el segundo gancho del perchero. Durante las Fiestas del Pilar, la gorra da paso a otra confeccionada de tela de cachirulo, como si fuera su uniforme de gala.  Desde hace más de veinte años, es cliente fijo del bar. Para el dueño, su llegada no es novedad, sino resignación cotidiana de quien sabe que hay batallas que no merece la pena librar, una presencia tan inevitable como el cierzo en invierno o el calor pegajoso de agosto.  Se sienta en la misma silla, en la misma esquina, con la espalda tiesa y los codos perfectamente co...

Café solo: ausencia y silencio en un rincón del bar

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  Café solo: ausencia y silencio en un rincón del bar Historias de bar  Se sentaba siempre en el mismo rincón junto a la ventana empañada, como si visto desde ahí, el mundo fuera una postal desvaída. Pedía un café solo. Sin azúcar. Sin conversación. Sin prisas.  Venía a diario a eso de las once, cuando el bar ya había pasado el primer ajetreo del desayuno y la cafetera retomaba la calma. Nadie sabía su nombre. A nadie le importaba. El camarero lo llamaba "el del café solo", y con eso bastaba. Un gesto de cabeza, una mirada y la taza humeante ya estaba sobre la mesa. A veces traía un periódico doblado en cuatro. Otras, sólo venía con las manos metidas en los bolsillos y la mirada llena de recuerdos.  Había estado repitiendo el mismo ritual desde el primer día, cuando el bar abrió sus puertas por primera vez y aún olía a pintura fresca. Entró con la naturalidad de quien lleva años reviviendo, día a día, la misma liturgia.  No era viejo, pero el silencio ...

El perchero

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  El perchero Historias de bar  A menudo, son los objetos sencillos los que guardan las historias más profundas.  El perchero de un bar, invisible para la mayoría, puede convertirse en un testigo silencioso de recuerdos, amores perdidos, despedidas y encuentros. El perchero es un relato de esas vidas que se cruzan, de los momentos efímeros que, aunque se olviden, siguen guardados en los rincones más inesperados.  Nadie se fija en él. Apenas un trozo de hierro oscuro, torcido en las puntas, anclado a la pared junto a la puerta. Pero ahí sigue, sin moverse, sin hablar, cargando con todo lo que el tiempo no quiso llevarse. 1. 1985 — La cita de los jueves  Cada jueves a las siete, Julián entraba sin saludar, dejaba la gabardina gris en el primer gancho del perchero y pedía un vermut. Siempre el mismo, con dos hielos y una aceituna. Se sentaba en la mesa del fondo, de espaldas a la ventana.  Ella llegaba a las siete y cuarto. Pelo recogido, bufa...

Historias de bar: cuando las paredes escuchan

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  Historias de bar: cuando las paredes escuchan  Los bares no son solo sitios donde se bebe. Son refugios de paso, escenarios discretos donde ocurren las pequeñas historias que a menudo no encuentran un lugar en los libros ni en los periódicos.  Una barra puede ser confesionario, trinchera o campo de juego. Un camarero, testigo silencioso de vidas cruzadas.  Historias de bar es una serie de relatos breves que surgen de los silencios y voces de un lugar que fue real y que hoy vive en el recuerdo. Cada entrega se inspira en un detalle: un cliente habitual, un gesto, un objeto, una frase olvidada… Todo puede convertirse en relato.  Habrá amor, soledad, risas ahogadas y vasos medio llenos.  No son historias grandiosas, pero son de las que dejan poso.  Quizá hasta te recuerden a algo. O a alguien.  Publicaremos un nuevo relato con regularidad, con títulos evocadores y una ambientación reconocible. No será necesario seguir un orde...

LOS ACORDES DE LA MEMORIA

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Don Carlos, un anciano con mirada perdida en el horizonte de sus recuerdos, acudía cada mañana, desde hacía ocho años, al mismo bar. Allí, en compañía de su fiel cuidadora, Martha, disfrutaba de su café con leche y de la rutina familiar que el lugar le brindaba. El bar, con su ambiente acogedor y su radio siempre sintonizada en una emisora musical, era un refugio para la mente de Don Carlos, cada vez más nublada por la bruma de la demencia senil. Sus días transcurrían entre silencios y frases inconexas, atrapado en una realidad fragmentada donde los recuerdos se diluían como la espuma en su taza de café. Un día, mientras una suave melodía inundaba el ambiente, algo se removió en lo más profundo de la memoria de Don Carlos. La música, como un eco lejano, resonó en su interior, despertando un recuerdo que yacía dormido bajo capas de olvido. En un instante, se vio a sí mismo, joven y vibrante, rodeado de amigos en un escenario improvisado. En sus manos, una guitarra que vibraba al ritmo d...

Un buen café

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 Está amaneciendo. Hoy no hay niebla y los rayos del tibio sol de invierno comienzan a atravesar la cristalera del bar. -¡Buenos días, Catalina! Has llegado muy temprano. -¡Buenos dias, Ulises! Sí, los niños no han parado en toda la noche y me han despertado antes de lo normal. Está fresca la mañana, tengo frío. -Quédate al lado de la cafetera, se está más calentito. Ya sabes que el jefe no enciende la calefacción hasta que no empiecen a llegar clientes ¿Te apetece café? -¡Vale! Si algo bueno tiene éste bar es el café.  Se abre la puerta y entra Juan, el jefe, precisamente hoy hace veintidós años que inauguró el negocio. No va a haber celebración de aniversario, con él no van ésas cosas.  Le acompaña un hombre que, tras una breve charla, se pone manos a la obra con su actividad.   -¿Quién es ése, Uli? ¿Lo conoces? Parece un proveedor nuevo.  -No sé, es la primera vez que lo veo, aunque parece que no tiene aspecto de querer consumir nada. Me voy a acercar a ver s...

Microrrelato 1.0

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 Callos y estrellas  Ya se acercaba la hora de cerrar. Los últimos parroquianos se asomaban al fondo de sus copas casi vacías, y continuaban sus conversaciones banales e intrascendentes mirando a la inerte pantalla de la televisión que había dejado de funcionar desde el apagón analógico. No había dinero para una nueva, -total, para lo que hay que ver... Con los precios aumentando exponencialmente día a día, los "cuatro" vinos que se vendían ya no daban más de sí y apenas se cubrían gastos. El último vestigio de lo que un día fue una barra repleta de exquisitas raciones de cocina casera, era una fuente de callos que regresaba intacta un día más a la nevera de la cocina, - mañana se venderá, seguro... De pronto, un estruendo los sacó de su absorta rutina. Una enorme grieta se abrió en el techo y por ella se filtró una luz violeta que iluminó el local. De la luz surgió un ser de apariencia sobrenatural, con ojos fulgurantes como estrellas. Se presentó como un mensajero venido a ...

Pilar 2022

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' Espiral de tradición ', de Jorge Ramón Pellejero es el título del cartel anunciador de las fiestas del Pilar de 2022.  En él podemos ver cómo, una espiral de elementos tradicionales de nuestras fiestas, va descendiendo hasta formar un cachirulo que "ata" una cabeza coronada por una Plaza del Pilar en plena ofrenda de flores .                                          

La Tortilla

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 En España hay censados, aproximadamente, más de 260.000 establecimientos gastronómicos entre bares y restaurantes, por lo que me atrevería a aventurar que existen más de 260.000 maneras de hacer la tortilla española. La base primigenia, mezcla más o menos cuajada en sartén, de huevos y patatas, queda abierta a cualquier aporte de quien la elabora. Añadidos de cebolla, verduras, hortalizas o embutidos, no hacen desagradable el resultado.  Para no enfadar a los puristas que defienden que la llamada tortilla española o de patata no ha de llevar ningún suplemento más allá del huevo y la patata y, puesto que siempre le pongo cebolla y a veces otros ingredientes que tenga a mano por la encimera, denominaré la que yo cocino con el genérico de tortilla, que define así la RAE en su primera acepción: Tortilla Del dim. de torta. 1. f. Alimento preparado con huevo batido, cuajado con aceite en la sartén y de forma redonda o alargada, al que a veces se añaden otros ingredientes. Que ...

San Isidro

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El 15 de mayo se celebra la festividad de San Isidro, patrón de Madrid. En sus romerías, atracciones y verbenas se puede disfrutar de diversas especialidades de la gastronomía madrileña. Ermita de San Isidro. Goya 1788 Desde que iniciamos nuestra formación y aprendizaje de hostelería en la Villa y Corte, siempre han estado presentes en nuestra barra los callos de ternera cocinados a la manera capitalina. Barra Carabel Bar-Cervecería También mantenemos el estilo de tiraje de cerveza y la costumbre de obsequiar una tapita para acompañar cada consumición. Callos a la madrileña Son típicos de éstas fechas y se consumen en puestos callejeros, verbenas y establecimientos especializados las gallinejas y los entresijos . Es la misma materia prima de las madejas de ternasco, con una diferente elaboración (los intestinos del cordero se fríen en su propio sebo) Se sirven en plato sobre patatas fritas o en bocadillo. Toda fiesta que se precie tiene su dulce propio y característico. En San...
Nostalgia por la cerveza tirada al estilo antiguo, la cocina tradicional y por el jamón al corte